Cómo exprimir las glándulas anales de tu gato

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EN ESTE ARTÍCULO

Antes de empezar
Qué necesitas
Échate una mano
Localiza las glándulas anales
Presiona suavemente
Limpia
Prevención de problemas

Exprimir las glándulas anales de tu gato puede ser una práctica rutinaria, sobre todo si tu veterinario te ha recomendado que lo hagas con regularidad. Puedes aprender a realizar el procedimiento en casa (suponiendo que tu gato coopere) y ahorrar algo de dinero.

Las glándulas anales de un gato expresan de forma natural un líquido que marca su olor cuando defeca. A veces puede producirse una impactación que impida la salida del líquido y necesite tu ayuda con sus glándulas anales. Esta impactación puede ser dolorosa para tu gato y provocar otros problemas, como infecciones^.1

No es la experiencia más agradable ni para ti ni para el gato, y puede resultar sucia, así que no tienes por qué avergonzarte si decides dejar este trabajo a los profesionales.

Antes de empezar

Es importante comprender la función de las glándulas anales (también llamadas sacos anales) en los gatos. Son pequeñas estructuras situadas a ambos lados del ano, aproximadamente en las posiciones de las 5 y las 7 en punto. Diminutos conductos situados bajo la piel desembocan en aberturas junto al ano.

En los gatos, la finalidad de las glándulas es dejar un potente mensaje de olor territorial a través de las secreciones del saco anal que se aplican a las heces. Las heces sanas y firmes de un gato “ordeñan” las glándulas anales al pasar por el ano. Los gatos también pueden expresar espontáneamente secreciones del saco anal cuando están excitados o asustados.

Por desgracia, algunos problemas de salud impiden que se produzca este proceso normal. Por ejemplo, la obesidad o unas heces crónicamente blandas debidas a una dieta inadecuada o a trastornos gastrointestinales pueden dificultar el estímulo normal para la expresión de las glándulas anales. La pérdida de peso y/o el aumento del volumen y la firmeza de las heces (con una dieta rica en fibra o suplementos, por ejemplo) pueden ayudar, pero también puede ser necesario exprimir la glándula manualmente para evitar problemas de la glándula anal como la impactación y la infección^.1

Los signos de que puede ser necesario exprimir las glándulas manualmente incluyen el enrojecimiento de la zona y que el gato se escabulla o se lame en exceso^.2 No exprimas las glándulas anales de tu gato sin consultar antes con tu veterinario. Problemas como las infecciones y los tumores de las glándulas anales requieren un tratamiento adicional.

Qué necesitas

Una superficie resistente para que el gato se ponga de pie: Una encimera de baño sería excelente. Tal vez quieras forrarla primero con una capa de periódicos o toallas.
Guantes quirúrgicos: Querrás evitar mancharte las manos con las secreciones extremadamente malolientes.
Toallitas húmedas: Para limpiar la zona anal después de exprimir las glándulas anales. Las toallitas de papel húmedas también funcionan bastante bien.
Golosinas: Útiles para asegurar la cooperación de tu gato y como recompensa cuando hayas terminado.

Échale una mano

Es probable que necesites la ayuda de otra persona para que sujete al gato mientras realizas el procedimiento. Pídele que sujete al gato por delante (de modo que esté de espaldas a ti) con un toque tranquilizador.

Asegúrate de que ambos permanecéis tranquilos y habla suavemente a tu gato para reducir el estrés todo lo posible. Ofrecerle golosinas como distracción también ayudará.

Localización de las glándulas anales

Sujeta la cola del gato hacia arriba. Localiza las glándulas anales aproximadamente en las posiciones de las 5 y las 7 en punto, a ambos lados del orificio anal. Cuando están llenas, tienden a sentirse como guisantes o gominolas blandas pero firmes.

Presiona suavemente

Con los dedos índices de ambas manos o con el pulgar y el índice de una mano, coloca los dedos en la parte inferior externa de los sacos. Presiona suavemente hacia dentro y hacia arriba al mismo tiempo hasta que la glándula libere su contenido y quede vacía. Repite la operación en el otro lado.

Limpieza

Limpia la zona anal con toallitas húmedas o con una toallita de papel húmeda. Dale al gato una última golosina y suéltalo. Quítate los guantes quirúrgicos, envuélvelos junto con las toallitas húmedas usadas en el periódico, y tíralos. ¡Choca esos cinco con tu compañero y celébralo!

Cómo evitar problemas con tu gato durante la extracción de las glándulas anales

Si no has tenido éxito, concierta una cita con tu veterinario para que le exprima las glándulas anales a tu gato. Cuando vayas a la consulta, pídele al veterinario que te enseñe el procedimiento para que puedas volver a intentarlo la próxima vez que sea necesario. Asegúrate también de que te da algunos consejos sobre cómo sujetar y distraer a tu gato.

Tu veterinario también puede comprobar si hay indicios de enfermedad de la glándula anal, por ejemplo

Impactación: La secreción normal del saco (glándula) anal es de color amarillento y de aspecto y textura aceitosos. Si no se exprime con regularidad, la secreción se espesa hasta adquirir una consistencia pastosa y, en última instancia, puede volverse muy espesa, dura y granulosa.
Infección que conduce a un absceso: Las glándulas anales infectadas se hinchan, duelen y enrojecen. Si se detecta a tiempo, la infección puede tratarse con antibióticos; sin embargo, los abscesos deben ser drenados por un veterinario. Las compresas calientes también pueden ayudar a reducir el dolor y la hinchazón^.2
Tumores: Los tumores de la glándula anal también son posibles^.3

Los gatos con impactaciones o inflamaciones recurrentes del saco anal pueden tratarse con la extirpación quirúrgica del saco anal. Los tumores de la glándula anal, que no son frecuentes, también se tratarán extirpando todo el saco.

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Si sospechas que tu mascota está enferma, llama inmediatamente al veterinario. Para cuestiones relacionadas con la salud, consulta siempre a tu veterinario, ya que ha examinado a tu mascota, conoce su historial sanitario y puede hacerte las mejores recomendaciones.